Desde
sus inicios el Trabajo Social ha sufrido diversos cambios metodológicos que le
han permitido ir acoplándose al contexto social cambiante, para esto ha recibido
influencia de doctrinas como la sociología, la ecología social, la medicina, la
psiquiatría y la abogacía (Moix Martinez, 2006) .
Es así que nos
encontramos en un proceso de consolidación como profesión, y es la intervención
profesional que realizamos la que nos permite retroalimentar e incorporar métodos,
técnicas, instrumentos y estrategias de accionar. Esto confirma lo que Peter
Leonard dice respecto a la definición de Trabajo Social: el Trabajo Social es una disciplina profesional que tiene su propio
cuerpo de conocimientos basados en la práctica, pero en gran medida no
confirmado científicamente. (Moix Martinez, 2006) .
Definir al Trabajo
Social con un concepto general es una ardua tarea debido a la variedad de
definiciones que se tiene, al respecto la Federación Internacional de
Trabajadores Sociales (FITS) la define como: “la profesión del Trabajo Social promueve el cambio social, la
resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento y
liberación del pueblo para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de
teorías sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, el Trabajo
Social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su
entorno. Los principios de los derechos Humanos
y la justicia social son fundamentos para el Trabajo Social” (IFSW, 2000) .
En esta medida, (Eduardoartu, 2009) menciona que el Trabajo
Social es una disciplina científica que
se ocupa de conocer las causas y efectos de los problemas sociales a fin de
intervenir y transformar la realidad haciendo uso de métodos y técnicas, que
garanticen la promoción humana y social.